Este lunes de Pentecostés, El Rocío ha alcanzado su momento más vibrante. A las 2:42 horas de la madrugada, los habitantes de Almonte han cruzado la reja de la ermita entre vítores y una emoción desbordante, dando inicio a la bajada de la Virgen del Rocío desde su camarín para comenzar su tradicional procesión por las calles del pueblo.
La jornada comenzó con el solemne Rosario de Hermandades, que dio inicio a las 00:00 horas con el recorrido de los simpecados por las calles, hasta llegar a la ermita. Al concluir este acto y tras la entrada del simpecado de la Hermandad Matriz de Almonte, el silencio fue roto. Los rostros almonteños cruzaron la reja que separa al pueblo de su Virgen, y con fervor, la bajaron del altar para llevarla a hombros.
A partir de ese momento, la Blanca Paloma ha comenzado a visitar cada una de las hermandades filiales en una procesión que se extenderá durante varias horas. Calles abarrotadas, lágrimas, promesas cumplidas y nuevas peticiones acompañan a la Virgen en cada paso.
Hoy el pueblo permanece despierto, porque Rocío ya avanza.