Las playas más extensas y vírgenes de la región
La provincia de Huelva cuenta con una variedad de playas que destacan por su tamaño, belleza natural y carácter único. Cada una ofrece un entorno diferente para disfrutar del mar, los atardeceres y largos paseos junto a la costa.
Entre las joyas naturales se encuentra la playa de Doñana, una de las áreas vírgenes más extensas de Europa, con aproximadamente 28 kilómetros de longitud. Su dinámica línea costera cambia constantemente debido a las mareas y los vientos, creando paisajes en constante transformación.
En esta playa se conservan tres torres almenaras del siglo XVI, vestigios históricos que servían como refugio para halcones peregrinos, especie en peligro de extinción. Es un espacio lleno de serenidad que invita a conectar con la naturaleza en estado puro.
Huelva alberga una playa cuyo nombre destaca por su originalidad: la playa de Rompeculos. Su denominación tiene varias teorías; una sugiere que el nombre proviene del irregular cauce que atraviesa las dunas, donde muchas embarcaciones encallaban al acercarse debido a los desniveles del mar. Otra versión indica que el nombre hace referencia a cómo los visitantes bajaban empinadamente por un antiguo acceso, medio arrastrándose para no caerse.
Sea cual sea su origen, este rincón es uno de los favoritos en la Costa onubense y llama la atención por su historia y singularidad.
Reconocida como una de las cinco playas más curiosas del país por un portal especializado en turismo inmobiliario, Isla Canela destaca por su amplitud durante marea baja —que puede pasar de 40 a más de 150 metros— y por sus islotes formados en esas bajadas del agua, ideales para jugar o refrescarse los pies.
Este destino es también famoso entre los amantes del kitesurf y ofrece espectaculares puestas de sol que enamoran a quienes lo visitan.
‘El Rompido’ es considerado uno de los destinos más impresionantes en Huelva. Situado dentro del Paraje Natural Marismas del Río Piedra y Flecha de El Rompido, combina mar y río en un entorno protegido lleno de biodiversidad. Sus 12 kilómetros crecen anualmente gracias al movimiento natural del río.
Este espacio ecológico es uno de los pocos enclaves vírgenes en Andalucía donde se pueden explorar bosques pinareros, senderos serpenteantes y marismas repletas de especies únicas. Es un lugar perfecto para quienes buscan paz y contacto directo con la naturaleza.
Islantilla se distingue como una playa amplia con más de un kilómetro y medio de arena fina blanca, reconocida con banderas azules cada verano. Compartida entre Lepe e Isla Cristina, combina belleza natural con modernas instalaciones turísticas: paseos marítimos, servicios adaptados para personas con movilidad reducida, zonas recreativas y opciones gastronómicas variadas.
Aquí también se puede disfrutar desde deportes náuticos hasta actividades extremas como la tirolina urbana más larga Europa en el Parque ‘El Camaleón’. Es un destino pensado tanto para parejas como para familias que buscan seguridad y calidad en sus vacaciones.
Una playa onubense ha sido incluida entre las mejores del país según listas elaboradas por expertos en viajes. La playa Matalascañas destaca por su ambiente familiar, sus amplios arenales —más de cinco kilómetros— y su emblemática Torre La Higuera, vestigio histórico que rememora antiguas torres vigía contra ataques piratas. Se ubica dentro del Parque Natural de Doñana y combina belleza salvaje con comodidad turística.
Cerca del río Tinto se encuentra otra playa significativa: Torre del Loro. Con unos tres kilómetros lineales sobre el Parque Natural de Doñana, fue construida originalmente para protegerse contra ataques piratas durante siglos pasados. La torre aún conserva gran parte del encanto original y forma parte esencial del paisaje costero onubense.



