La Universidad de Huelva ha sido el escenario del Programa Intensivo Combinado Compromiso Transformador: Universidades como Catalizadoras de la Regeneración de Barrios Vulnerables, una iniciativa innovadora que reunió a docentes, investigadores y estudiantes de posgrado de toda Europa entre el 23 y el 27 de junio.
Coorganizado junto a la Université Gustave Eiffel (Francia) y el ISCTE – Instituto Universitario de Lisboa (Portugal), este programa se inscribe dentro del proyecto Erasmus+ y forma parte de la Alianza PIONEER, una red académica dedicada al cumplimiento del Objetivo de Desarrollo Sostenible número 11 (ODS 11), que busca lograr ciudades y comunidades sostenibles.
Un laboratorio viviente de transformación
A diferencia de un curso tradicional, este programa ha funcionado como un verdadero laboratorio viviente de innovación social, donde el conocimiento se genera colectivamente entre la universidad y el territorio.
“Es un espacio de co-creación e inteligencia compartida”, afirmó Blanca Miedes, profesora en la Universidad de Huelva y coordinadora del evento, quien subrayó la relevancia de trabajar con metodologías participativas y en estrecha colaboración con las comunidades locales.
A lo largo de cinco días, los participantes han explorado tres realidades territoriales en la provincia de Huelva:
Día 1: Regeneración urbana participativa en el Distrito 5 de Huelva
Día 2: Estrategias urbanas integradas en Isla Cristina
Día 3: Revitalización territorial en el entorno rural de Hinojales
Estas experiencias han permitido a los asistentes colaborar con actores locales, promover el turismo comunitario y diseñar estrategias inclusivas para regenerar entornos vulnerables. Además, el programa ha fomentado una dinámica horizontal del conocimiento, donde docentes y estudiantes han co-facilitado las sesiones, integrando disciplinas como planificación urbana, ciencias sociales y estudios ambientales.
Aunque su duración fue limitada, este encuentro se ha concebido como una plataforma para futuras colaboraciones. La jornada final se dedicó a elaborar una hoja de ruta conjunta para continuar con el compromiso hacia las comunidades vulnerables, tanto dentro como fuera de Europa.
“El mundo necesita soluciones construidas desde abajo, junto a la ciudadanía. Este programa demuestra que las universidades pueden ser verdaderos agentes transformadores, actuando como puentes entre el conocimiento y el empoderamiento social”, concluyó Blanca Miedes, quien lanzó un claro llamado a la acción: “Es momento de que el ámbito académico salga del aula e involucre activamente en los territorios que más lo requieren”.



