Un vistazo al pasado
Para comprender la importancia de la Magna Mariana que se celebrará nuevamente en Huelva, es fundamental retroceder en el tiempo y recordar el último evento donde la ciudad fue el centro de la devoción mariana. Esto ocurrió el 8 de diciembre de 1954, durante el Año Santo Mariano, poco después de que se estableciera la Diócesis de Huelva.
Aquel día, la capital se adornó para acoger una procesión extraordinaria que reunió a las patronas de 28 localidades de la provincia, creando una manifestación de fe sin precedentes. La Virgen de la Cinta, patrona de Huelva, y la Inmaculada Concepción, patrona de España, lideraron un cortejo histórico que, a pesar de las inclemencias del tiempo, atrajo a más de 60.000 personas a las calles.
Este evento también representó un símbolo de unión: hermandades, autoridades civiles y religiosas, junto con miles de fieles, participaron en una cita que quedó grabada en la memoria colectiva a través de varias generaciones. Fotografías y relatos del momento muestran una ciudad comprometida con un acto que superó lo meramente religioso y se convirtió en un hito social y cultural.
La Magna Mariana de 1954 ya forma parte del patrimonio espiritual y emocional de Huelva. Setenta y un años después, su recuerdo permanece vivo como un referente tanto para la fe como para la identidad local y provincial.



