Situación actual de la fertilidad en Huelva
En Huelva, la tasa real de fecundidad se encuentra por debajo de 1,3 hijos por mujer1, muy por debajo del deseo mayoritario de tener dos o más hijos. Esta diferencia se debe a factores como el retraso en la maternidad, el desconocimiento sobre la fertilidad y las dificultades para conciliar vida laboral y personal. En este contexto, la medicina reproductiva desempeña un papel crucial, no solo desde el aspecto científico sino también brindando un acompañamiento cercano y humano a las pacientes. La Dra. Teresa Lozano, responsable de la Clínica de Reproducción Asistida en Ginemed Huelva, comparte su visión sobre esta realidad.
Desde su experiencia clínica, Lozano destaca que cada vez más mujeres postergan su maternidad por motivos laborales, económicos o personales, lo que representa un reto debido a la disminución natural de la fertilidad con la edad. Sin embargo, los avances en reproducción asistida han contribuido a normalizar estos procesos. Tecnologías como inteligencia artificial, incubadoras time-lapse y diagnóstico genético preimplantacional (PGT) han mejorado significativamente las tasas de éxito.
No obstante, la tecnología no reemplaza el componente humano. Es fundamental escuchar y acompañar a las pacientes durante todo el proceso para ofrecer tratamientos personalizados que consideren sus necesidades emocionales y físicas.
La especialista señala que aún existe poca conciencia entre los jóvenes respecto a cuidar su fertilidad desde temprana edad. La falta de información adecuada en ámbitos educativos y sanitarios hace que muchas personas desconozcan cómo influye el paso del tiempo en su capacidad reproductiva.
La reserva ovárica comienza a disminuir después de los 35 años y se reduce drásticamente tras los 40. Postergar sin planificación puede generar falsas expectativas; aunque existen opciones como congelar óvulos o recurrir a ovodonación, ninguna puede detener completamente los efectos del envejecimiento reproductivo.
Por ello, es esencial educar desde temprano para prevenir embarazos no deseados y promover decisiones informadas sobre cuándo ser madre. La salud reproductiva debe integrarse en programas públicos y educativos para empoderar a las personas con información real.
Aunque hasta un 50 % de los casos de infertilidad involucran al factor masculino, generalmente se realiza una evaluación menos profunda comparada con la femenina. Las mujeres suelen someterse a múltiples pruebas mientras que los hombres solo realizan un seminograma básico, lo cual puede retrasar diagnósticos precisos e incrementar tratamientos innecesarios.
Cambiar este paradigma es fundamental: ambos miembros deben ser evaluados simultáneamente para lograr un diagnóstico completo y un tratamiento más efectivo.
El factor masculino está presente en aproximadamente el 40–50 % de los casos de infertilidad heterosexual. Las causas principales incluyen baja concentración o movilidad espermática, formas anormales o azoospermia (ausencia total). Otros problemas comunes son varicocele, fragmentación del ADN espermático y alteraciones hormonales o genéticas como microdeleciones cromosómicas o síndrome de Klinefelter.
Cambios en estilos de vida como tabaquismo, obesidad o exposición a toxinas también influyen significativamente. Un estudio completo es imprescindible para identificar correctamente las causas y definir estrategias terapéuticas adecuadas.
El crecimiento reciente en maternidades realizadas sin pareja corresponde principalmente a mujeres entre 35 y 45 años con estabilidad laboral y alto nivel educativo. Muchas recurren a técnicas como inseminación artificial con donante o fecundación in vitro tras una decisión consciente.
Este camino requiere atención integral: además del aspecto biomédico, es necesario brindar apoyo emocional considerando riesgos asociados a la edad materna y posibles obstáculos sociales o logísticos. La empatía del equipo médico resulta clave para acompañar estas experiencias diversas.
La inteligencia artificial empieza a tener un impacto relevante al mejorar procesos como selección embrionaria o predicción de resultados clínicos. Aunque todavía está en fase inicial, su integración promete mayor precisión personalizada sin perder el valor del trabajo humano realizado por profesionales especializados.
El estrés afecta negativamente tanto al equilibrio hormonal como al éxito terapéutico; puede disminuir calidad seminal e interferir con los resultados finales. En Ginemed se aborda mediante apoyo psicológico individualizado o grupal junto con estrategias prácticas para gestionar emociones durante todo el proceso.
- Observatorio de la Infancia de Andalucía_Demografía informe OIA-A 2023



