Churrería Miguel: 159 años de tradición en Huelva

La Churrería Miguel es un símbolo histórico en Huelva con 159 años manteniendo viva una rica tradición.

5 de octubre de 2025

Cinta María Garrido

Un rincón histórico en Huelva

En el vibrante Nuevo Mercado del Carmen de Huelva, donde los aromas matutinos se entrelazan con el ajetreo de vecinos y visitantes, se encuentra un lugar que parece haber detenido el tiempo: la Churrería Miguel. Establecida en 1866 por Victoriano Izquierdo, mucho antes de que el Recreativo de Huelva, conocido como el Decano del fútbol español, comenzara su andadura, este pequeño pero emblemático local ha perdurado a lo largo del tiempo y las transformaciones urbanas, convirtiéndose en la churrería más antigua de España aún activa.

La historia de esta churrería se remonta a 1845, cuando Antonio Izquierdo, precursor de la saga familiar, abrió una panadería donde también elaboraba dulces. Fue pionero con su negocio en la calle Silos (actualmente Calle San Sebastián). Al no obtener grandes ganancias, comenzó a vender sus productos en ferias y pueblos cercanos. Allí conoció a un hombre de Jerez que hacía buñuelos con una jeringa, dando origen al término ‘jeringos’ o ‘tejeringos’. Pocos años después, obtuvo la licencia para operar en el antiguo Mercado del Carmen y así comenzó su legado.

Cada día que abre sus puertas, la Churrería Miguel ofrece más que simples churros; brinda memoria e historia. Jesús Izquierdo, actual encargado del negocio y tataranieto de Victoriano, lo expresa así: “No solo hacemos churros; mantenemos viva una historia que conecta con la ciudad. Cada día sentimos que seguimos los pasos de Antonio y Victoriano mientras preservamos un legado fundamental para Huelva”.

La trayectoria de la Churrería Miguel no solo destaca por su longevidad sino también por su capacidad para adaptarse. Aunque los métodos han evolucionado —antes la masa se preparaba completamente a mano— hoy se combinan técnicas modernas para asegurar calidad y uniformidad sin sacrificar su esencia artesanal. La receta base sigue siendo harina de primera calidad, agua y sal, junto con un cuidado meticuloso que distingue sus churros.

No es solo su antigüedad o técnica lo que hace especial a la Churrería Miguel, sino las emociones que despierta al degustar sus churros. Cada pieza recién salida del aceite caliente crea un vínculo invisible entre los onubenses y su ciudad. Evoca recuerdos de paseos matutinos por el mercado y conversaciones entre vecinos; momentos sencillos pero significativos que se transmiten generación tras generación.

A lo largo de las décadas, la Churrería Miguel ha sido testigo de numerosos cambios: desde el antiguo Mercado del Carmen hasta su traslado al nuevo mercado y la evolución general del barrio. Sin embargo, su esencia permanece intacta. Jesús Izquierdo comenta orgullosamente: “Hemos realizado muchas adaptaciones con los años para satisfacer nuevas necesidades; sin embargo, cada churro sigue siendo igual al que servíamos hace más de un siglo”.

Aparte de ser famosa por sus churros, la Churrería Miguel representa una historia viva donde cada visitante puede disfrutar un pedazo del pasado. Es un claro ejemplo de cómo la pasión por un oficio puede mantener vivo un legado durante más de 159 años. Además, hay futuro asegurado ya que el sobrino de Jesús ha comenzado a trabajar allí como parte ya de la sexta generación familiar dedicada al negocio.

En Huelva,la Churrería MiguelNo es simplemente otro establecimiento; es un símbolo representativo. Cada día al abrir sus puertas e inundar el mercado con el aroma característico de sus churros recuerda que algunas tradiciones deben perdurar; ciertos sabores son más que alimento: son memoria cultural y emoción palpable. La Churrería Miguel continúa firme enseñando cómo historia y pasión pueden fusionarse en aceite caliente para crear recuerdos imborrables.

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Cinta María Garrido

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Periodista vocacional y narradora de lo cotidiano, Cinta María Garrido lleva más de tres décadas contando Huelva desde dentro. Nacida en Valverde del Camino y afincada en la capital, ha sido testigo directo de la evolución social y cultural de la provincia. Equilibrio entre experiencia, sensibilidad y mirada crítica.

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